miércoles, 14 de octubre de 2015

Biografia de Agustin de Hipona


Nació en Tagaste en el 354, de su padre heredo el carácter pasional y de su madre la sensibilidad y la inteligencia.
Pasa de una escuela filosófica a otra sin que encuentre en ninguna de ellas respuesta a sus inquietudes.
Desde muy joven vive con una mujer con la que tiene un hijo llamado Adeodato. -durante varios años mantuvo una relación estable,  pero terminó separándose de ella.
Sacerdote y obispo
En el 391 viaja a Hipona. Es ordenado sacerdote y funda un monasterio donde vive con algunos de sus fieles amigos dedicado al estudio, la predicación y a escribir. En el año 396 es consagrado obispo de Hipona.
Escritor fecundoLos últimos años de su vida serán difíciles. El imperio romano de occidente esta en plena decadencia.
División del Imperio romano
Constantino, con la victoria sobre Majencio en Puente Milvio, en el 312, queda como gobernador de la provincias occidentales del Imperio.
Grandes migraciones del Imperio
Durante el siglo VI comienzan las migraciones de los pueblos orientales hacia Occidente. Pero es el siglo V cuando se inicia el asentamiento de germanos en suelo romano propiamente dicho.
Si las persecuciones romanas había supuesto un grave peligro para el cristianismo, no fue menor el de las herejías, ya que dividían y enfrentaban a la propia comunidad cristiana. Las herejías eran interpretaciones erróneas de la doctrina cristiana que cuestionaban algunos aspectos de la figura y la personalidad de Cristo. 

Agustín dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia, estudió en Madaura y Cartago, especializándose en gramática y retorica. 

A los 32 años comienza una nueva etapa. El encuentro en Milán con el obispo Ambrosio le hace revisar sus convicciones.

Ese mismo año, Agustín emprende el regreso a África con su madre. Pero Mónica muere en el camino,. Cuando llega a Tagaste vende todos sus bienes y el producto de la venta lo reparte entre los pobres.
Fue este un periodo de gran agitación política y teológica.

Agustín fue cristiano y un pastor comprometido con su tiempo y con su Iglesia. Un intelectual que puso su sabiduría al servicio de la fe cristiana. Fue un buscador apasionado de la verdad y la felicidad. En esa búsqueda encontró a Jesucristo, el único que pudo llenar su corazón inquieto.






Momentos de la expansión de la iglesia

Momentos de la expansión de la iglesia
Primera expansión

«No es el discípulo más que el Maestro» (Mt X, 24), había advertido Jesús a los suyos, cuando aún permanecía con ellos en la tierra. El Sanedrín declaró a Jesús reo de muerte por proclamar que Él era el Mesías, el Hijo de Dios. La hostilidad de las autoridades de Israel, que habían condenado a Cristo, debía dirigirse luego contra los Apóstoles, que anunciaban a Jesucristo Resucitado y confirmaban su predicación con milagros obrados ante todo el pueblo. El Sanedrín intentó silenciar a los Apóstoles, pero Pedrorespondería al Sumo Sacerdote que «es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres» (Act V, 29). Los Apóstoles fueron azotados, pero ni las amenazas ni la violencia lograron acallarlos, y salieron gozosos «por haber sido hallados dignos de sufrir oprobio» por el nombre de Jesús. La muerte del diácono San Esteban, lapidado por los judíos, señaló el principio de una gran persecución contra los discípulos de Jesús. La separación entre Cristianismo y Judaismo se hizo cada vez más profunda y patente. El universalismo cristiano se puso pronto de manifiesto, en contraste con el carácter nacional de la religión judía. A Antioquia de Siria, una de las grandes metrópolis de Oriente, llegaron discípulos de Jesús fugitivos de Jerusalén. Algunos de ellos eran helenistas, con mentalidad más abierta que la de los judíos palestinos, comenzaron a anunciar el Evangelio a los gentiles. En la cosmopolita Antioquía, el universalismo de la Iglesia se hizo realidad y allí fue, precisamente, donde los seguidores de Cristo comenzaron a llamarse cristianos.

domingo, 4 de octubre de 2015

Informe de los primeros cristianos




Los cristianos que creen en la Biblia usualmente piensan que son seguidores del cristianismo como lo enseñaron los apóstoles. Los primeros cristianos también creían que seguían las enseñanzas apostólicas. ¿Cómo podemos saber si ellos seguían mejor la norma establecida por los apóstoles, o si la iglesia moderna la sigue mejor?

Nos llega el pensamiento: “Bueno, comparemos lo que ellos enseñaban y lo que la iglesia actual con la Biblia.” Muy bien, pero tal respuesta realmente no resuelve el problema. Los primeros cristianos basaban sus creencias en la Biblia, lo mismo que hacen todas las denominaciones. Citaban las Escrituras para apoyar lo que decían, como también lo hacemos nosotros. El problema al fondo llega a ser uno de interpretación. Bien que podemos comparar sus interpretaciones de las Escrituras con las nuestras, pero esto por sí solo no resuelve el problema.

Hay todavía otra pregunta que hacer: ¿Es más probable que la interpretación de la iglesia moderna sea la correcta, o la de ellos?

Al principio, los romanos consideraron el cristianismo como una nueva secta judía. Aparte de las esporádicas persecuciones de Neron y Doiniciano, durante el siglo I los cristianos tuvieron que enfrentarse con mayor frecuencia con la animadversión de los escribas y fariseos, rectores del judaísmo, que con las autoridades romanas.